El impacto psicológico detrás del auge del e-commerce en Chile

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El Comercio Electrónico: Entre Compras y Reflexiones

¡Hola, amantes de las compras online y curiosos de la economía digital! Prepárense para sumergirse en el fascinante mundo del comercio electrónico, donde un simple clic puede abrir la puerta a un universo de posibilidades… y de gastos. Así que pónganse cómodos, agarren un café (o un té, no somos quienes para juzgar) y comencemos este viaje por el ecommerce.

El Momento del Comercio Electrónico

Empecemos por el contexto. Según la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), el comercio electrónico ha estado en una maratón sin frenos. En el primer cuatrimestre de 2025, las ventas online llegaron a la asombrosa cifra de $2.540 mil millones. ¡Tómalo en cuenta! Eso es un crecimiento del 10% comparado con el mismo período del año anterior. No es que la Tierra haya dejado de girar; simplemente, la gente se está lanzando a la piscina digital para comprar de todo, desde ropa hasta gadgets electrónicos.

Pero espera, que esto no es todo. Se prevé que este año las ventas totales superen los nueve billones. Sí, leíste bien, ¡billones! Eso es un montón de dígitos. Parte de este empujón, sin duda, fue gracias al famoso CyberDay, el día en que todos se lanzan a sus dispositivos como si se tratara de una carrera de obstáculos por las mejores ofertas. ¡Más de US$520 millones en ventas! ¿Te imaginas?

Una Luz y un Sombra

Con todo este crecimiento, es fácil pensar que estamos en la cima del mundo. Pero, como dice el viejo refrán, “no todo lo que brilla es oro”. Este desarrollo trae consigo una serie de preocupaciones sobre su impacto en la salud mental de los chilenos. Es como cuando te compras esas gafas de sol nuevas, y al final del día solo te das cuenta de que se te olvidó que tenías que ir a trabajar.

La investigadora Pilar Navarro, de EAE Business School, deja claro que el aumento del comercio electrónico no es solo un resultado de la digitalización; es un reflejo de cómo hemos cambiado nuestras formas de consumir. La comodidad, la inmediatez y la personalización son como los nuevos tres mosqueteros de nuestras compras. ¡Todo por un clic!

Neurociencia: La Magia Detrás de las Compras

Pero ahí viene la parte interesante: las plataformas de e-commerce no son solo algunos sitios bonitos donde comprar. No, no, no. Son como laboratorios de neurociencia moderna, donde los cerebros de los diseñadores y marketers se han puesto de acuerdo para crear la experiencia de compra perfecta.

¿Alguna vez notaste cómo ciertas recomendaciones de productos aparecen justo cuando estás en modo “no voy a comprar nada”? ¡Eso es trabajo de la personalización predictiva! Te sugieren cosas que ni sabías que necesitabas, como esos calcetines con estampados de aguacate. Seamos sinceros, nadie los necesita, pero ¿por qué no?

Estudios de grandes consultoras como McKinsey han descubierto que empresas como Netflix y Amazon han incrementado sus tasas de conversión hasta en un 30% gracias a estas recomendaciones personalizadas. ¡Eso es un festival de ventas! Y ni hablar de aplicaciones como SHEIN, que no solo te venden ropa, sino que también te sumergen en una especie de juego donde hay retos y recompensas que te mantienen pegado a tu pantalla. Según datos de App Annie, los usuarios pasan más de 15 minutos diarios en la app. ¡Es casi como si estuvieran en un juego de rol!

Y, claro, no olvidemos esos botones de compra diseñados con colores cálidos que parecen gritarte “¡Cómpreme!” en tonos vibrantes de rojo y naranja. Banner tras banner con mensajes urgentes como “¡Última oportunidad!” o “¡Más vendido!” desencadenan esos instintos primitivos de impulsividad que todos llevamos dentro. ¡Un pecado capital digital!

El Lado Oscuro de la Comodidad

Pero, con toda esta alegría, viene un pequeño monstruo llamado compras compulsivas. Ya no es necesario salir de casa, no tienes que esperar a que abran las tiendas, y ¿para qué contar con un presupuesto cuando puedes optar por pagar en cuotas? Esa democratización del acceso a las compras online también puede convertirse en un arma de doble filo.

De acuerdo con el Journal of Behavioral Addictions, alrededor de un 6% de los usuarios digitales podrían estar experimentando síntomas de adicción a las compras online. Eso significa que podrías estar un poco más identificado con esos memes de gente comprando sin parar. ¡Ay! Pero aprecien la belleza de la realidad; este riesgo se agrava cuando combinamos la “compra invisible” (ese encantador botón de “pagar” que no nos deja sentir el dolor del gasto), la presión social que generan las redes y el famoso efecto de escasez de campañas como Black Friday. ¡Es una combinación explosiva!

Algunas compras pueden nacer de carencias emocionales. Seamos sinceros, a veces una compra no es más que un intento de rellenar un vacío que nada puede llenar. Aquí, Pilar Navarro nos lanza otra perlita: “algunas compras responden a carencias afectivas”. Y esto podría llevar a un círculo vicioso que termina en problemas financieros y personales. ¡El ciclo del gasto emocional está aquí!

Estrategias para un Consumo Consciente

Pero no todo está perdido, amigos del consumo consciente. Tanto los consumidores como las plataformas están empezando a reaccionar ante estas preocupaciones. Hay un movimiento en marcha por un consumo más responsable, como un héroe que llega justo a tiempo.

Algunas aplicaciones financieras están ofreciendo herramientas de autocontrol, incluyendo alertas de gasto y límites por categorías. ¡Eso es como tener un entrenador personal de finanzas en tu bolsillo! También existen navegadores y aplicaciones que bloquean el acceso a sitios de compras durante determinados periodos. ¡Adiós tentaciones!

Pilar Navarro nos recuerda el reto de equilibrar la libertad del consumidor con un entorno digital responsable. Las marcas deben buscar más que solo la conversión; deberían unirse a la causa de fomentar un comportamiento saludable y sostenible entre los consumidores. Quizás aquí se encuentra la clave para un futuro más equitativo en el comercio digital.

Entre la Persuasión y la Responsabilidad

Entender el porqué detrás de cada compra, no solo es esencial para vender mejor, sino también para consumir de manera más consciente. Este es el verdadero desafío en este mar de opciones que es el comercio electrónico.

Así que, en conclusión, la próxima vez que hagas un clic para comprar algo online, detente un segundo. Pregúntate: “¿Realmente lo necesito? ¿O es solo el botón rojo gritándome que es la ‘¡Última oportunidad!’?” Porque así como el comercio electrónico sigue evolucionando, también debemos hacerlo nosotros. Balancing act, ¿verdad?

Aquí, en este rincón de la economía digital, se juega el futuro del comercio no solo en Latinoamérica, sino en el mundo. Así que, amigos, ¡estemos atentos y hagamos nuestras compras con un poco de conciencia (y mucha diversión)! ¡Hasta la próxima, consumidores digitales!

Fuente: http://osornoenlared.cl/2025/07/28/el-impacto-psicologico-detras-del-auge-del-e-commerce-en-chile/
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